Brexit

España paraliza la llegada de 4.000 británicos de renta alta mientras se dispara la inmigración ilegal

Empresas especializadas en tramitar visados no lucrativos denuncian el malestar de miles de clientes atrapados en Reino Unido

El consulado de España en Londres se muestra incapaz de gestionar estas solicitudes por falta de recursos humanos y materiales

Esta situación coincide con un repunte de la inmigración ilegal que hace más incomprensible su situación a los afectados ingleses

España se rinde a Reino Unido: la UE acepta su renuncia a controlar el paso fronterizo de Gibraltar

España británicos
El propio consulado de Londres reconoce no poder gestionar las citas de los ciudadanos británicos interesados en instalarse definitivamente en España.
Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

El Brexit ha provocado un sinfín de situaciones inéditas o al menos olvidadas hace mucho tiempo entre los ciudadanos británicos y Europa, y una de esas situaciones la están viviendo en primera persona cerca de 4.000 británicos. Es el cálculo estimado que las empresas especializadas en trámite de visados han hecho llegar a OKDIARIO tras meses de desesperadas reclamaciones al Ministerio de Exteriores, que se está mostrando incapaz de tramitar las solicitudes de familias con alto nivel adquisitivo dispuestas a instalarse en España sin costarle un euro a las arcas del Estado, más bien todo lo contrario.

Desde la entrada en vigor del Brexit un nada despreciable número de ciudadanos británicos han decidido solicitar el visado no lucrativo para residir en España. Este visado permite a cualquier ciudadano del mundo residir más de 90 días en nuestro país, o sea, todo el tiempo que estime oportuno, siempre que su estancia en nuestro país no suponga un cargo económico para el Estado. La confirmación de este extremo requiere de un esfuerzo activo por parte de los solicitantes.

La condición impuesta para poder solicitar el visado es que todos los miembros de la unidad familiar que se quieran instalar en España tengan contratado un seguro médico privado que al menos cubra un año por adelantado de asistencia sanitaria. Esta medida se impone para evitar el fenómeno que durante años castigó a la Sanidad Pública de nuestro país que veía cómo verano tras verano los ciudadanos británicos y de otros países viajaban hasta España para someterse a tratamientos y operaciones médicas.

Copia de uno de los correos en los que el consulado reconoce la falta de medios para atender el aumento de la demanda de citas.

Los interesados en adquirir el visado lucrativo deben, además, pagar otro tipo de seguros como el de repatriación, abonar las tasas del consulado en el que hagan la solicitud y demostrar solvencia económica suficiente como para poder vivir en España sin necesidad de tener que realizar una actividad laboral. La mayor parte de los ciudadanos ingleses que pretenden instalarse en España bajo el paraguas del visado lucrativo lo que hacen es vender sus casas en Reino Unido para adquirir propiedades en España y además tener en sus cuentas el 400% del Indicador Público de Renta para Efectos Múltiples. En 2021 este indicador obliga a tener a cada persona que quiera acceder a este visado más de 31.000 euros en una cuenta bancaria sólo para mantenerse en nuestro país sin suponer gasto alguno al Estado.

Alta demanda de visados

Pues en esa situación y con todos los requisitos mencionados satisfechos puede haber 4.000 ciudadanos ingleses atascados en su país porque el consulado de España en Londres no tiene recursos para gestionar sus solicitudes. OKDIARIO ha tenido acceso a la documentación que demuestra que desde hace dos meses una empresa especializada en la obtención de visados se está dando contra un muro en el consulado de Londres porque no consigue citas para clientes que ya están listos para instalarse en España. A ese problema hay que sumarle que la documentación requerida tiene fecha de caducidad, tres meses, y muchos de ellos llevan esperando desde el pasado verano para poder culminar el trámite.

«Nuestros clientes se quejan y con motivo, y además asisten estupefactos a cómo están llegando inmigrantes ilegales a Europa a través de España. Ellos entienden y comparten la necesidad de ayudar a esas personas, pero no pueden evitar compararse con ellos sin comprender por qué, si cumplen todos los requisitos que les exigen a ellos, no se les deja venir a nuestro país», explican desde una de las empresas mediadoras de visados consultada por este periódico y que han aumentado su actividad desde el Brexit. Y además hay más problemas.

Por una parte, el agravio comparativo porque se da la circunstancia de que las mismas gestiones se están ejecutando sin ningún problema en otros consulados como el de Manchester o Edimburgo, pero como el trabajo se reparte por demarcaciones no hay elección libre de oficina consular. El otro escollo consiste en que una vez recopilada toda la documentación exigida para los trámites ésta caduca a los tres meses de ser solicitada, así que, si en ese plazo no se obtiene el visado, vuelta a empezar.

Por su parte la versión del consulado en Londres aparece en uno de los correos electrónicos a los que ha tenido acceso este periódico: «La alta demanda de cotas hace que no se puedan atender con la celeridad deseable todas las solicitudes». Esta explicación sorprende a los afectados, quienes creen que los plazos del Brexit hacían previsible una situación para la que el Ministerio de Exteriores no ha llevado a cabo los refuerzos necesarios en la oficina consular más importante de Reino Unido.

Pero como siempre, tras la burocracia, la incompetencia y los trámites interminables está lo peor: el lado humano. Dos ejemplos ilustran a la perfección el paradigma que refleja los perfiles afectados por esta situación. Por un lado, un matrimonio que ha desmontado literalmente su vida en Reino Unido para reunirse con sus hijos y sus nietos en Menorca, donde estos últimos residen. Allí además les espera la casa que ya han comprado a tal efecto. Siguen sin respuesta. Otro de los casos es el de un matrimonio prejubilado de manera forzosa porque estos visados sólo permiten a los extranjeros invertir, no trabajar. Allí siguen esperando, con su seguro médico a estrenar, a que España los cite en su consulado. Y como estos, miles de casos de personas cuya llegada a España tras el Brexit sólo sería un hecho beneficioso para las cuentas de todos los españoles.

Lo último en España

Últimas noticias